jueves, 23 de diciembre de 2010

23 de Diciembre


Es en una noche de verano, una de un 23 de Diciembre. Es cuando recuerdas una húmeda tarde de invierno, lluvia intensa, frio hasta los huesos. Tienes el cuerpo tan abrigado que llegas a sudar, pero el rostro se te congela con las brisas de viento que trae la puerta de la micro abriendo y cerrando a cada tantos metros.

Y es una melancolía en el aire. Y es un frio en el corazón. Y es que no puedes dejar de mirar las gotas haciendo carrera a través del vidrio. Y no puedes hacer más que escuchar esa vieja canción para ti mismo, esperando a que llegue el próximo paradero, bajo la lluvia de un 23 de Diciembre.

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